LA HISTORIA DEL COMIC EN LA ARGENTINA | ![]() |
SEXTA PARTE: la década del '80 |
Con el inicio de la década se produjo un
fenómeno que influyó decisivamente en la historieta nacional, y
que se dio a partir de la consolidación de la revista "Superhumor",
la cual había surgido en Julio de 1980. La revista comenzó a
publicarse, primero, como un suplemento de la revista “Humor”, y
con una periodicidad trimestral, hasta que, a partir del número
cinco, se transformó en una revista mensual.
La revista "SuperHumor" contaba con el asesoramiento creativo de Carlos Trillo, Guillermo Saccomanno y Juan Sasturain, que querían una revista con material exclusivamente argentino, a diferencia de las otras publicaciones de Récord. En una nota de los primeros números, Sasturain manifestaba la necesidad de convertir a nuestra realidad nacional en "materia aventurable", o sea que toda historieta debía desarrollarse en un ámbito que reflejara no sólo la identidad sino también la "geografía" y el "ambiente" cotidiano, que los lectores reconocieran y con el que se identificaran. Un ejemplo de todo esto fue la publicación de tiras como "Calle Corrientes", de Solano López y Saccomanno, “Los misterios de Ulises Boedo”, de Carlos Trillo y Mandrafina, "Sol de noche", de Saccomanno y Patricia Breccia, y la inigualable "Buscavidas" (dibujo de la derecha), de Trillo y Alberto Breccia, protagonizada por un extraño personaje, obeso y sin facciones, en un cómic que se convertiría en una de las joyas del género, hoy reconocido a nivel mundial. |
![]() |
La revista presentaba entrevistas a autores
nacionales de las artes plásticas y a dibujantes de historietas
para adultos y del humor gráfico. También habían notas sobre
diversos personajes y temas relacionados con la historieta, y una
sección con críticas a libros, cine e historieta. Se destacaban,
además, en Superhumor, la presencia de notas críticas y
analíticas, fundamentalmente a cargo de Sasturain o
Trillo-Saccomanno, que tocaron viejos y novísimos temas de nuestra
producción de historietas y que le dieron a la revista, en
apariencia frívola y pasatista, un verdadero tono de investigación
y seriedad.
En cuanto a las historietas, la gran mayoría estaban ambientadas en el país y de un modo que resultaba natural y atractivo, nunca forzado. Hasta las historietas ambientadas fuera de los límites nacionales, se presentaban con una mirada netamente argentina. Así, la dupla Carlos Trillo (en los guiones) y Horacio Altuna (en los dibujos) realizarían sus historias clásicas, todas de localización inconfundible; publicarían, por ejemplo, las historias del enclenque y torpe policía "Merdichesky" (click en el dibujo de la izquierda), la del adolescente norteamericano de los años ’30 “Charlie Moon”, y los 3 primeros capítulos de “El último recreo”, con historias en un mundo postnuclear habitado solo por niños (y que luego continuarían en la revista “Fierro”). A su vez, Carlos Trillo realizaría, pero en éste caso con dibujos de Dalfiume, las tiras "El Negro Raúl" y "La Mesón". |
"SuperHumor" se caracterizó por la originalidad
y una profunda calidad y creatividad. Un ejemplo fueron las
aventuras galácticas de la dupla Reynoso - Dose (sobre todo con el
personaje de "Julián Estrella"),
desvinculadas de una realidad tangible, desarrolladas en futuros
catastróficos y deshumanizados pero, indudablemente, "apoyadas" en
una realidad fácilmente reconocible. También de Alberto Dose, pero
con textos de Trillo, aparecería "Toh-Or" (dibujo
de la derecha), que era un personaje que podría definirse como
"con mucho músculo pero poco cerebro".
También aparecería la tira “Los enigmas del Pami”, de Trillo y Enrique Breccia, una serie de tono humorístico – fantástico, protagonizada por los propios autores pero dibujados como ancianos, y "Papi-Fútbol", de Martín García y Altuna. Además, se republicarían los originales de "Un tal Daneri", de Alberto Breccia y Carlos Trillo, y seguiría con sus aventuras “Boggie el Aceitoso” (de Fontanarrosa). |
Otro personaje de la revista era el corresponsal
"Yirólamo" (izquierda), de Ferro, y vale
mencionar también la publicación de “Triste Solitario y
Final” (una adaptación de Sanyú de una novela de
Osvaldo Soriano), “Fuerte Brigitte”, de Limura, y
una serie de historietas mudas, de Trillo y Mandrafina. Otra tira
destacada en la revista sería "Bosquivia", en la
cual, usando animales como personajes, se retrataba la historia
argentina a lo largo de varios años; apareció en 1982, con guiones
de Trillo y Saccomanno, y dibujos de Tabaré Gómez y Fortín.
También habría una serie de historias cortas sobre la Conquista
del Desierto, a cargo de Enrique Breccia.
Otras tiras de la revista "Superhumor" para mencionar son "Apocalipse Baires", de Casado y Macagno, "Gómez", de Saccomanno y Trigo, "Berazategui Country", de Sandra Russo y Garibaldi, "Polución nocturna", de Dose, y "El Circo", de Sanyú. |
n el año 1981 el Centro Editor de América
Latina, esta vez con su nueva colección de Capítulo: "Historia de
la literatura Argentina", publica un fascículo dedicado a las
"Literaturas marginales", pero referido solamente a la Argentina,
escrito nuevamente por Jorge B. Rivera. Ese año aparecería también
la revista semanal "Bang", mayormente de historietas, dirigida por
Oskar Blotta.
Vale señalar que, ya desde los ‘60, gracias a la última página del diario "Clarín", los argentinos habíamos adquirido la costumbre de empezar a leer el diario por atrás, atraídos por la excelente calidad de las historietas que allí se nos presentaban, pero el material, casi en su totalidad, era extranjero. El proceso de "localización", que, podemos decir, se cristaliza con "Superhumor", en realidad había comenzado el 2 de enero de 1980, segundo día de la década (primero, si tenemos en cuenta el feriado sin diarios), en la última página de Clarín. Ese histórico día se produjo el reemplazo de la casi prehistórica "Mutt y Jeff", de Fischer, por "Teodoro & Cía." (derecha), de Viuti. La contratapa de Clarín, entonces, pasa a estar escrita, dibujada y firmada íntegramente por argentinos, con escenarios argentinos y problemas argentinos, reconocibles y palpables por los argentinos de los ‘80. |
![]() |
De esta forma, complicidad e identificación, y
no evasión, es lo que busca el lector frente a este "compacto" de
tiras, que queda conformado así: "El
loco Chávez" de Trillo y Altuna; "Teodoro y Cía", de Viuti;
"Diógenes y el linyera"
(izquierda) de Tabaré (con guiones de Guinzburg y Abrevaya); "Clemente
y Bartolo" de Caloi; "De la crónica diaria", de Dobal y los
"Cartoons" de Fontanarrosa, Crist y Aldo Rivero. Además en el
cuerpo del diario comienzan a aparecer las caricaturas políticas
de Hermenegildo Sabat, ilustrando las noticias más importantes. En
la revista dominical de Clarín se incorpora en forma fija a partir
de este mismo mes, la página "El humor de Quino". Con este hecho,
Clarín se convierte en el medio periodístico que albergará durante
la década a los más grandes historietistas del país: Quino,
Sabat, Fontanarrosa, Crist y Caloi.
En los años 1981 y 1982 la popularidad de los personajes de historieta de la época motivó la aparición de 2 colecciones de figuritas, ambas dibujadas por Félix Saborido: primero estuvieron las figuritas "Canchita", y, posteriormente, las figuritas “Gran Match de los súper famosos”; en ambas aparecían, además de muchos personajes famosos del ambiente artístico, personajes del cómic nacional e internacional, con los cuales se podían armar diversos equipos del Fútbol Argentino. |
El cómic durante la guerra de las Malvinas, entre Abril y Junio de 1982, merece un capítulo aparte, lo mismo que lo relacionado con el tema que se hizo posteriormente (click aquí para más información). |
En 1982 la editorial "La Urraca" lanza la revista de humor
infantil "Humi".
En
ésta revista, que se publicaría a lo largo de 39 números,
aparecerían diversas historietas, como ser "Bespi"
(de Grondona White), "Baldosa Floja" (de
Marín), "Bicherío" (de Tabaré), "Humberto
y Garrapié" (de Wolf y Nine) y, por supuesto, "Humi"
(derecha, de Fortín, Wolf y Maicas), algo así como el anfitrión
de la revista, un niño que tenía diversas aventuras junto a 3
amigos (la pulga, el piojo y Paquito Dermo). En tanto, con los
años, de a poco naufragan la intenciones de "Superhumor"; a
principios del ‘83 se "politiliza" demasiado y la llegada de la
democracia la hace "virar" hacia el destape, por lo que se
convierte en una revista más y, a mediados de la década,
desaparece sin pena ni gloria. Pero, indudablemente, abre un
camino. |
![]() |
![]() |
En 1982 reaparece la revista "Caras y Caretas",
donde aparecerían diversas historietas, como ser Cantaclaro
(imagen de la izquierda, de Mandrini y Gaspar), El Amable
Pensapé (de Peni), El Gaucho Alpargata
(de Morhain y Magallanes), El Hombre Semiótico
(de Mercado), Orquídeo
Maidana (de Massaroli), Pitodoro (de Rep),
Un mundo feliz (de Suárez), etc.
Otro intento editorial respetable, aunque poco duradero, se da entre noviembre y diciembre de 1983, con la aparición de "Cuero", revista quincenal dirigida por Oscar Steimberg y Roberto Rollie, con sólo 3 números, que apunta a un público más adulto, con ingredientes de ciencia-ficción pesada, novela negra y otros innovaciones, sobre todo en el campo del erotismo o de una insinuada pornografía, hecho que no debe sorprendernos si recordamos que el comienzo de "Cuero" coincide con el "desbloqueo" de la censura que se produce a partir del reinicio de la democracia en la Argentina, con el gobierno de Alfonsín. Y sería en esta revista donde comenzaría a desarrollarse en Argentina (un año antes había aparecido en Italia) la tira de ciencia ficción "Ciudad" (protagonizada por "Jean" y "Karen"), a cargo de Ricardo Barreiro y Juan Giménez. Otras buenas historietas aparecidas en "Cuero" fueron "Matando el tiempo" (de Saborido y Trillo), "Recorridos" (de Sanyú y Gallego), "Memorias del viejo mundo" (de Dose y Trillo) y "Cosas de la Vida" (de Rep y Saccomanno). |
Al igual que "Superhumor", la crítica y la investigación ocupan un lugar de importancia en "Cuero", con ensayos del mismo Steimberg, los siempre presentes Trillo-Saccomanno, y otros. Merece también rescatarse que en "Cuero" y en "Don", otra publicación dirigida por Steimberg, aparece por primera vez un escritor famoso como guionista, utilizando su verdadero nombre y no un pseudónimo: Dalmiro Sáenz, con historietas como "Yo, sí", dibujadas por Sanyú, "Yo, acuso, ¿o no?", ilustrada por Torre Repiso, y "La impotencia es cosa de hombres", con dibujos de Dose. |
En 1984 llegaría la revista "Sex Humor" (luego "Sex Humor Ilustrado"),
que pisaría fuerte en el destape post dictadura militar y en plena
apertura democrática. En ellas aparecerían personajes como "Yironside"
(de Maicas), "Supertet" (de Peni y Palomares), "Coramina"
(de Maitena), "Bolas de Acero" (derecha, de
Aiello y Maicas), "La Abuela Pillow" (de Lizán),
"Robinson Huevoe" (de Maicas y Marín),"La
Fiera" (de Maitena), etc. También participaban, entre
otros, Altuna, Fontanarrosa, Ceo, Sanzol, Tabaré, Langer, Rep,
O'Kif, Kappel, etc. Luego llegarían, también con la temática del
humor sobre el sexo, las revistas "Eroticón" (editada por Blotta) y "La Cotorra".
|
![]() |
![]() |
Este importante proceso de renovación que se
había iniciado con Superhumor llega a su punto culminante en
septiembre de 1984 con la creación de una nueva revista de
Ediciones La Urraca: "Fierro",
donde
también se destaca la colaboración de Juan Sasturain. Dijo Jorge
Rivera con respecto a la publicación: "En
las entregas de "Fierro" la historieta -ya definitivamente para
‘adultos' por su temática y su lenguaje- alcanza una temperatura
creativa que sólo se había esbozado en anteriores proyectos
editoriales. Algo ha ocurrido, indudablemente (...) en este
nuevo mensuario que se presenta en los quioscos con tapas
diseñadas, con un nuevo sentido de la ilustración (...) De modo
sugestivo y ambivalente, la revista se subtitula ‘Historietas
para sobrevivientes', y algo de eso ocurre, en realidad".
En la revista "Fierro" se publicarían la revolucionaria "Perramus" (izquierda), de Sasturain y Alberto Breccia (la serie completa de "Perramus" constaba de cuatro historias, y en una de ellas aparececía como personaje Jorge Luis Borges, que llegaba incluso a ganar el Premio Nobel de Literatura), y "Ficcionario", de Horacio Altuna, con episodios autoconclusivos (la obra, encuadrada en el subgénero de la distopía, contaba las aventuras cotidianas de Beto Benedetti en un mundo plagado de corrupción, crimen y decadencia, en un futuro cercano). |
Podemos mencionar, entre lo mejor que publicó la
revista "Fierro", a "War III" (por Ricardo Barreiro y Juan
Giménez); "Sudor Sudaca", una serie de pequeñas historias
unitarias e inconexas (a cargo de Sampayo y Muñoz); "Doctor
Fogg" (de Albiac y Lito Fernández); "Evaristo"
(dibujo de la derecha), con historias protagonizadas por un
comisario corpulento, fuerte y con métodos que combinaban la
violencia con la brusquedad (con guiones de Sampayo y dibujos de
Solano López); "El Sueñero",
que era una saga mitológica (íntegramente de Enrique Breccia); "Parque
Chas", con historias fantásticas guionadas por Ricardo
Barreiro y dibujadas por Eduardo Risso; "Figurita Difícil"
(de Pablo De Santis y "Max Cachimba", seudónimo de Juan González);
“Basura”, con aventuras en un planeta desbastado
por el apocalipsis (con guiones de Carlos Trillo y dibujos de Juan
Giménez); "Museo" (de Sasturain y Patricia Breccia); "Sperman" (de Roberto
Fontanarrosa); "Polenta con pajaritos" (de "El
Tomi", seudónimo de Tomás D' Expósito); "Ministerio"
(de Barreiro y Solano López); "Husmeante" (de
Trillo y Mandrafina); "Cero Buenos Aires"
(por Albiac y Taborda) y el relato bélico-futurista "Puesto avanzado"
(de Barreiro
y Giménez).
|
|
Otras buenas tiras publicadas en "Fierro" fueron
"Caín" (de Eduardo Risso y
Ricardo Barreiro); "El cazador del tiempo" (de Enrique
Breccia); "Custer" (de
Carlos Trillo y Jordi Bernet) donde la protagonista habita un
mundo ciberpunk en decadencia, "La batalla de las Malvinas"
(con guión de Barreiro y dibujos de Macagno, Pedrazzini y Pérez);
"Europa en Llamas" (de Sampayo y Muñoz); "Keko, el
Mago" (dibujo de la izquierda, de Carlos Nine); "Semblanzas Deportivas" (de
Fontanarrosa); "Metrocarguero"
(con guión de Enrique Breccia y dibujos de Mandrafina); "Asteroides"
(de Balcarce y Pérez); "Bolita" (de Trillo y
Risso); "Apu" (de Leo
Arias), "Rompecabezas" (de De Santis y "Max
Cachimba"), y muchas más.
Además, la revista "Fierro" (que en 1985 ganaría el premio a la mejor revista de historietas en el 5º Salón del Comic de Barcelona) propició el desarrollo y difusión masivo de toda una camada de nuevos historietistas a través de concursos y de un suplemento dedicado a la experimentación de estos nuevos autores. Toda esta nueva historieta responde a una mezcla de la fascinación del antiguo material folletinesco con los armados de las nuevas técnicas audiovisuales, todo esto fusionado con la parodia de los clásicos que se arrastra de la década anterior, la sátira política y el "destape". |
Así, la historieta deja definitivamente de ser
el terreno de lo ingenuo o del entretenimiento puro para llegar a
un campo estético e ideológico, que necesariamente, debe responder
a una realidad "local", que el lector debe conocer o reconocer sin
dificultad. Indudablemente, todo esto tiene que ver con el
fenómeno de la "postmodernidad", que, aunque tarde, llega a la
historieta nacional, si bien se había hecho notar, muy de a poco,
en algunas producciones de los ‘70. Esta nueva estética
postmoderna, con su discurso antiutópico, inscribe definitivamente
la historieta argentina en una temática que ya no puede ser
ingenua (los chicos debieron "crecer" mentalmente para comprender
historias que, incluso, fueron teóricamente pensadas para un
público muy joven) ni exótica. El "cambio de domicilio" de la
aventura se ha terminado de realizar. Se ha dicho que la
postmodernidad nace de una "subversión artística", y la historieta
argentina, "subversiva" por naturaleza a partir de la década del
‘50, era el más propicio de los terrenos para albergarla.
|
Otra de las características postmodernas, que
implica el rechazo de lo "nuevo" como "novedad" pura, concepto que
endiosó la modernidad, hace que vuelvan a tomarse como modelo los
grandes exponentes de la historieta argentina, dejando de lado la
moda de "lo negro por la negrura misma" o "lo violento por la
violencia misma", predominantes en la historieta norteamericana y
desprovistos de denuncia o de compromiso con una realidad propia.
Todo esto, sumado a que la apertura democrática permite en nuestro
país volver la mirada hacia temas y autores que había quedado
"obligadamente" silenciados. No olvidemos tampoco que la
postmodernidad reemplaza la visión permanente hacia el futuro que
la modernidad nos había impuesto, por un presente continuo que
justifica este nuevo enfoque de la ciencia ficción, en la que el
futuro debe apoyarse necesariamente en un presente tangible.
Evidentemente, toda esta "nueva moda" desencadena un aluvión de
producción, muchas veces caótica, que no tiene demasiado lugar en
las publicaciones clásicas de Columba, que se mantienen en el
mercado, ni Skorpio, y ni siquiera en Fierro.
|
A mediados de la década, en el diario "Tiempo
Argentino", aparecen dos nuevos personajes: "Flo"
(imagen de la derecha), de Maitena, y "Don Gregorio", de Carlos Garaycochea.
En tanto, los artistas nuevos, casi siempre muy jóvenes, ante la imposibilidad de hacer conocer sus trabajos, y de dar su opinión en notas críticas, crean publicaciones "subte", no comerciales, hechas en fotoduplicación y distribuidas "a pulmón" (en algunas ocasiones, hasta "casa por casa", y en forma gratuita), que se conocen en el medio con el nombre genérico de "Fanzine", algunos sólo con material de historietas, otros sólo críticos, los más una mezcla de ambas cosas. Entre estos proyectos "paraprofesionales" de la época, verdadero semillero de la historieta de hoy en día, podemos destacar a "Akfak" (1983, Ostuni - García), "Under Comix" (1986, Ernesto Lehner), "Surmenage" (1986, Marcelo Ciccone), "O No" (1986, Waquero), "Comiqueando" (1986, Andrés y Diego Accorsi), "Buenos Aires Robot" (Ralveroni - D'Angelo - Dani the O.), "Squonk" (1987), "HGO" (1987, Vidal - Muñoz), "Historietas al filo" (1987), "Trákate! (1988), "NovaComix" (1989, Careaga - Martín), "Poco Loco" (1989), "Tren" (1989, Rubén Giorgis), "Parásito" (1990, Ortiz - Fantoni), etc. |
![]() |
En respuesta a toda esta estética desopilante
y alimentada en una buena medida por los "fanzines", en febrero
de 1985 aparece como suplemento de Fierro el "Subtemento Oxido",
con todas las características de una publicación "underground"
(nótese el prefijo "subte" que forma la palabra nueva que
reemplaza a "suplemento"), insertada en una publicación
comercial, al que todos empiezan a conocer como "la Oxido de
Fierro". Fiel a su mote, en este "subtemento" aparece de todo,
se exploran todos los géneros, se da lugar a todo lo nuevo,
incluyendo autores, muchos de los cuales no trascienden y
permanecen en el anonimato y otros muchos que comienzan a
hacerse un nombre y son hoy conocidos en el medio.
|
![]() |
También en 1985 se edita el "Libro de Fierro Especial Oesterheld", con
reimpresiones de los trabajos del maestro desde 1952 hasta 1964,
también con un estudio preliminar de Sasturain. Coincidiendo con
este "especial", por la misma época aparece, sin firma, la tercera
parte de "El Eternauta", con algunos dibujos de Solano López y
guión del italiano Ongaro (de dudosa calidad), que no tiene nada
que ver con Oesterheld. Sin embargo, éste aparece como personaje
de la historieta.
En tanto, a pesar del tiempo transcurrido, Mafalda (izquierda) sigue dando que hablar en la década del ‘80 y aún después (click aquí para ver este tema en detalle). Por otra parte, en noviembre de 1987 se produce un cambio fundamental en la clásica última página de Clarín: Horacio Altuna, el dibujante del gran éxito de los ‘70 y los ‘80, deja el país porque se va a trabajar a España, y, de común acuerdo con Trillo, el guionista, da por finalizada la tira, haciendo emigrar a España también al Loco y a su novia Pampita. Los responsables de Clarín le piden a Trillo, que, de alguna manera, continúe con la historia. Contratan a Ernesto García Seijas, dibujante con un estilo muy similar al de Altuna, y el "Loco Chávez", periodista de un diario (que a las claras es el mismo Clarín), es reemplazado por otro periodista: "El Negro Blanco". A la gente no le gustó mucho el cambio, amaban al Loco y a Pampita. |
Curiosamente, el gran éxito de "El Negro" se da
cuando un personaje secundario, la periodista "Flopi Bach"
(derecha), inspirada, según el dibujante, en la entonces modelo
publicitaria Araceli González, empieza a ocupar en el corazón de
los lectores el lugar de "sex-symbol" de ficción que había dejado
vacante Pampita. El éxito de Flopi Bach es tal que se convierte en
la primera "mujer de papel" que posa desnuda para Play Boy, como
una actriz o modelo de moda, compartiendo la tapa de la edición
argentina de la revista, en su número 72, de septiembre de 1991,
con la mismísima Araceli González, con la que se refleja en un
espejo. La tira de "El Negro Blanco" comienza a venderse en
Europa, América del Norte y Asia; se lee en castellano, inglés,
italiano y sánscrito. A su vez, García Seijas es considerado por
los especialistas italianos como el mejor dibujante del mundo.
|
![]() |
Por otra parte, sobre todo el efecto de la
"localización", hace que las "transposiciones" literarias a la
historieta, que habían encontrado su camino en los ‘70,
modificadas por la nueva moda y la nueva estética postmoderna, se
trasladen definitivamente a la literatura argentina, hasta ese
momento dejada un poco de lado en aras de la literatura universal.
Así, podemos rescatar, el inmejorable ejemplo que nos da
nuevamente "Fierro" con una serie titulada "La Argentina en
pedazos", más tarde recopilada en un libro (en el año 1993), con
estudios críticos de Ricardo Piglia, con recreaciones de "El
matadero", de Esteban Echeverría, con dibujos de Enrique Breccia
(Fierro n°1), Los dueños de la tierra", de David Viñas, también
con dibujos de Enrique Breccia (Fierro n°2), Mustafá, de Armando
Discépolo y Rafael de la Rosa, con dibujos de Enrique Breccia y
guión de Norberto Buscaglia (Fierro n°3); Las Puertas del Cielo",
de Julio Cortázar, con dibujos de Carlos Nine y guión de Norberto
Buscaglia (Fierro n°6); Boquitas Pintadas, de Manuel Puig, con
dibujos de "El Tomi" y guión de Manuel Aranda (Fierro n°23), etc,
o Triste, solitario y final de Osvaldo Soriano, con dibujo y
adaptación de Sanyú, aparecida por entregas en Superhumor, a
partir del n° 8, de Junio de 1981.
|
![]() |
En ésta década, Robin Wood crearía aún más personajes para las revistas de la Editorial Columba. Los más importantes serían : "Dago", con dibujos de Alberto Salinas (año 1981, para "Nippur Magnum"); "Mojado", con dibujos de Carlos Vogt (año 1984, para "El Tony"); "Ibáñez", con dibujos de Enrique Breccia (1983, para la revista "D'Artagnan"); "Ronstadt", con dibujos de Ricardo Villagrán (para la revista "El Tony"); "John Holbeck", con dibujos de Alberto Macagno (1985, para la revista "D'Artagnan"); "Dax" con dibujos de Rubén Marchionne (1984, también para "D'Artagnan"), "Kevin", con dibujos de Ernesto García Seijas (imagen de la izquierda, del año 1985, para la revista "Nippur Magnum"); "Morgan", con dibujos de Cacho Mandrafina (1985, también para "Nippur Magnum"); "Kozakovich & Connors", con dibujos de Luís García Durán (1988, para "El Tony"); "Chaco", con dibujos de Alberto Salinas y Carlos Casalla (1989, para "D'Artagnan"); "Brío", con dibujos de Enrique Villagrán (1989, para "Nippur Magnum"); ‘Nan-Hai’, con dibujos de Luís García Durán (año 1990, para la revista "El Tony"); etc. |
En 1985, se realiza, en Barcelona, la
"Exposición de Humor Argentino", cuyo catálogo cuenta con una
introducción analítica de Juan Sasturain. En 1986 apareció, en
Tucumán, la revista “Trix
Hemocomics”, dirigida por Félix Bravo, con historietas como “El
Quijo-t del espacio” (de Calliera y “Pilo”), “Hasañas
bélicas” (de Pipo Palacios), “Ana”
(imagen de la derecha, de Gabriel y Francisco Solano López), "Sixis
y los Trix" (de “Pilo”), “Qalaq” (de
Quirós), y colaboraciones de Di Palma, Peiró, Martínez, Vargas,
Flores, Fontanarrosa, Crist, Veloso, Jiménez, Beá, Risso, Trillo,
Altuna, Lalia, etc. En 1987 llegaría, a través del diario “Página 12”, el suplemento semanal humorístico “Sátira 12”, donde "Rep" (seudónimo de Miguel Repiso) crearía a sus personajes "Socorro" y "Auxilio" (click aquí). Entre Abril de 1987 y Junio de 1988 se publicarían, en la revista "Skorpio", dos historietas de la dupla Ricardo Barreiro - Quique Alcatena; primero lo harían con "La Fortaleza Móvil", y luego con su continuación, "El Mundo Subterráneo", enlazadas por el mismo protagonista ("Blass") aunque con argumentos diferentes. Un año después llegaría la primera colaboración entre Eduardo Mazzitelli y Quique Alcatena: "Pesadillas". Y sería en esa misma revista, Skorpio, donde, hacia fines de la década, aparecería un nuevo valor de la historieta nacional, ya que en 1989 empieza a publicar en la misma uno de los más reconocidos dibujantes del comic negro o "dark" a nivel mundial, Leonardo Manco, con la serie titulada "Hache". |
![]() |
![]() |
En 1988 Hyspamérica comienza a publicar una
colección titulada "Grandes humoristas Argentinos", la que consta
de un libro semanal con obras de artistas como Fontanarrosa,
Caloi, Landrú, Viuti, Crist, Sendra, Garaycochea, Tabaré, Grondona
White, Liotta, Yacaré y otros grandes.
En 1989 surge la revista "Puertitas", de "El Globo Editor", dirigida por Carlos Trillo. Esta revista publicaría varias historietas que terminarían siendo grandes éxitos en la década siguiente, como ser "Cosecha verde", una apasionante historieta que combinaba elementos del relato folletinesco y la serie negra, a cargo de Cacho Mandrafina y Carlos Trillo. Otros títulos de "Puertitas" serían: "Irish Coffee" (con dibujos de Carlos Meglia y guión de Carlos Trillo), que trataba acerca de un detective con poderes paranormales; "Max Calzone" (dibujo de la izquierda, a cargo de Parissi y Tabaré); "La sagrada familia" (de Enio y Guillermo Saccomanno), con aventuras de la "maffia" italiana; "Dragger" (de Trillo y Mandrafina); “Hoover” (de Trillo y Jorge Zaffino), con las historias de un policía del futuro y su secretaria robótica; "Fulú" (de Eduardo Risso y Carlos Trillo); y muchos más, además de seguir la tradición de sus antecesoras en cuanto a comentarios críticos, notas monográficas y apuntes sobre el comic. La publicación duraría hasta el año 1994. |
En 1989 "Clarín" y "Aguilar" editan, en forma conjunta, un libro con la recopilación de las mejores tiras de "El Loco Chávez". Ese mismo año, en la revista Intervalo, llegarían los “Cuentos del Emir”, con guiones de José Luis Arevalo y dibujos de Martha Barnes. |
En octubre de 1989, aparece el primer
número de "Comic
Magazine", ambicioso proyecto de Javier Doeyo, con la
colaboración de Andrés Accorsi, Hernán Ostuni, Fernando García y
otros, que aborda la crítica del comic y el estudio documental y
serio del género, con trabajos de tal claridad que merecerían
figurar en una antología sobre el estudio del comic, con más razón
si se tiene en cuenta la característica predominante de la época: la
gente que los produce es muy joven; en este caso, chicos que
hicieron sus primeras armas en "editoriales" o "correos de lectores"
de las revistas tradicionales, asesorando, vendiendo y hasta
prestando revistas de historietas en sótanos o entrepisos de
librerías tradicionales de la ciudad (como Entelequia), que empiezan
a brindarle un espacio (aunque pequeño) al comic. En Comic Magazine
se publicaba una breve historieta por número, alusiva a la nota
central, de diversos autores; algunas tiras aparecían en la revista,
destacándose como autor El Niño Rodríguez. Durante esta década aparecerían diversos personajes e historietas para los niños en el "Suplemento Infantil del Diario La Nación", como ser, "Plic y Pluc" (dibujo de la derecha, de Roge), "Esa Loca Aldea" (de Mercado), "Juampi" (de "Sunodio" y Mario Morhain), “El ninja gordo” (de Lembó), “Laura de hoy" (de Fontán), "La pandilla" (de Cibils), "Sabina" (de Jorge y Mario Morhain), etc. En cuanto a los personajes para adultos surgidos en la parte final de la década, es importante mencionar a "Crazy Jack", de Meriggi y Amézaga, para la Editorial Columba. |
![]() |
El último año de la década marcaría la breve
aparición de otras dos revistas de Ediciones de la Urraca: "Hora Cero" (como homenaje a la antigua
revista de la Editorial Frontera, de Héctor Oesterheld), la cual
llegaría hasta el número 6, y "País
Caníbal", de la que se publicarían solo 3 números.
|