Muchos de los grandes personajes creados por Manuel García Ferré surgieron de su primera tira, "Las Aventuras de Pí-Pío", una historieta publicada por primera vez en el año 1952 en la Revista Billiken (dirigida por Constancio Vigil) hasta el año 1960, para ser readaptada más tarde (desde 1964) para la "Revista Anteojito", con modificaciones de color y de texto, donde continuó hasta el año 2001. |
Otros personajes frecuentes en esa tira eran Ovidio (el fiel caballo de Pi-Pío) y Calculín (dibujo de la derecha) El nombre original de Calculín era "Formulín", ya que así aparecía en esa historieta. Calculín era un niño muy inteligente que, contrariamente a Pi-Pío, más que el corazón usaba la cabeza. Era el intelectual y el sabio del pueblo. Le gustaba estudiar mucho, sabía infinidad de cosas, y tomaba vitaminas cuando no se le ocurría una idea. Tenía una computadora parlante llamada Piípi. Gráficamente, Calculín se destacaba por poseer gafas de aumento y, como cabellos, un libro, denotando conocimiento y sabiduría. Tuvo su propia tira televisiva animada, consistente en microprogramas de carácter didáctico, y su programa El mundo de Calculín, surgido a mediados de los años 70. Se puede ver una linda imágen de los 3 personajes juntos (Pi-Pío, Ovidio y Calculín) haciendo click aquí. |
Sería en septiembre del año 1955, en uno de los episodios de las "Aventuras de Pi-Pío", cuando debutaría uno de los primeros personajes que conseguiría una gran popularidad entre los niños de Argentina: Hijitus (dibujo de la izquierda). Este tierno personaje, creación de García Ferré, fue el primer superhéroe argentino. En su primera aparición, donde gráficamente sería bastante distinto (click aquí) había sido presentado como un chico muy andrajoso (su "sombreritus", en realidad un sombrero de copa, mantuvo siempre un aspecto algo descosido), pero poco a poco fue evolucionando, hasta convertirse en personaje central de su propia tira. Justamente acerca de su evolución García Ferré comentó: "El primer Hijitus es un chico de expresión triste y la alta galera mágica, que le sirve para transformarse en el superhéroe Superhijitus, aparece muy maltrecha. A medida que pasa el tiempo la imagen va recuperando el humor hasta ser un personaje sonriente y afectuoso que arrastra un piolín con latas de conserva usadas." Hijitus era un niño que se caracterizaba por sus buenos sentimientos, su sentido de la justicia y de la amistad. Su frase principal era "Fufuuuu y chucu chucu chucu". Como se dijo, en sus comienzos Hijitus vivía en Villa Leoncia, aunque luego viviría en un tubo de construcción, reformado como una casa, en las afueras de la ficticia ciudad de "Trulalá". Hijitus era una fiel caricatura de los personajes y costumbres porteñas. En sus historietas era un héroe muy especial, ya que las tiras poseían toda una galería de personajes bien definidos, y el personaje se movía dentro de un ambiente perfectamente descripto, es decir, existía todo un microcosmos dentro del cual se desenvolvían sus aventuras. |
Hijitus vivía junto a su fiel perro Pichichus (imagen de la derecha), último ejemplar de la raza ficticia "Pichichus Vagabundis".
Pichichus
es adoptado por Hijitus en la aventura llamada "Un ovni en Trulalá", cuando lo defiende de unos perros vagabundos salvajes, convirtiéndose así en su mascota, y su fiel compañero de aventuras. No habla, pero la mayoría de los personajes de la serie comprende sus ladridos. Era muy bueno en "espionaje" (rastreaba y le llevaba la información a su amo) y podía convertirse en "Super Pichichus" si pasaba por el sombrero de Hijitus. Otro personaje que vivía en Trulalá (en este caso en el zoológico) era el Boxitracio, un animal extraño que se creía extinguido, semejante a los canguros, muy alegre, que tenía una extraña forma de comunicarse: "Tere quete tere quete ua ua ua". Usaba guantes de boxeo, y tenía tendencia a boxear ante la más mínima amenaza. Aunque apareció en muy pocos episodios, es uno de los personajes más populares y recordados de la serie. |
Cuando había una injusticia, Hijitus adquiría superpoderes, ya que se convertía en un héroe con capa y hélice: "Súper Hijitus" (dibujo de la izquierda). Para lograr eso, se ocultaba dentro de su sombrero, realizando una invocación ("sombrero, sombreritus, conviérteme en Superhijitus"), y emergía ya con la indumentaria del superhéroe al grito de "chucu-chucu chucu-chucu" (click aquí). |
El rival más famoso de Hijitus era el Profesor Neurus (a quien vemos en el dibujo de la derecha junto a su ayudante, Pucho). Neurus era un "profesor" de una especialidad indefinida, de baja estatura, cabellos grises y gafas de aumento. Era muy nervioso, prepotente e irritable. Su frase favorita era "¡retonto!". Entre sabio maligno, investigador perverso, y científico ambicioso con ganas de apoderarse del mundo (o al menos de controlar la ciudad de Trulalá), Neurus vivía tramando planes maléficos junto a su pandilla con ese objetivo, pero sus estratagemas siempre son desbaratadas por Hijitus, terminando en el calabozo junto a sus secuaces. La banda de inútiles que secundaban (y volvían loco) a Neurus estaba compuesta por el mencionado Pucho, por Serrucho, y, ocacionalmente, por Larguirucho y por Kechum. Pucho era la mano derecha de Neurus, hablaba en lunfardo, tocaba el bandoneón, y remataba sus frases con un tango, mientras vivía en camiseta y huía del trabajo. Usaba gorra y antifaz de ladrón, y tenía constantemente un pucho en su boca (de ahí su nombre). Era una representación humorística del porteño suburbano de clase baja. Serrucho era un ratón dientudo a quien no se lo entendía nada cuando hablaba y que poseía una identidad secreta, ya que actuaba, a veces, como "El Gran Hampa". Kechum era un mecánico muy forzudo y bruto, que al enojarse, vibraba y provocaba terremotos. Era el primo rosarino de Pucho. |
En cuanto a Larguirucho (imagen de la izquierda), no siempre actuaba como uno de los "villanos tontos".
Simple, y con pocas luces, por momentos no se sabía muy bien si era bueno o malo. Despistado y de buen corazón, era el típico "bonachón del barrio", y el más gracioso de toda la serie. Poseía la mentalidad de aquel que no tenía mayores responsabilidades en la vida. Alto, desgarbado (de ahí su nombre), orejón y con una nariz muy similar al hocico de un ratón, siempre andaba de buen humor. Generalmente "metía la pata", y, débil de carácter, hacía lo que los demás le pedían (lo cual lo perdía), por eso Larguirucho podía ser fácilmente influido por el profesor Neurus para que trabaje para él en sus maléficos planes (click aquí). De esta manera a veces trabajaba para los malos y otras para los buenos, siendo un personaje acomodaticio a las situaciones. En muchas oportunidades, Larguirucho (e incluso alguna vez Neurus) era aliado de Hijitus para combatir una amenaza mayor. En varios episodios actuó como abogado defensor de Hijitus, Pichichus y Anteojito. Solía decir refranes, y era medio sordo, por eso repetía: "hablá mas fuerte que no te escucho". Usaba gorras de distintos colores y a veces usaba un bombo para sacar rimas de canciones. El personaje aparecía, con una tira propia, en la "Revista Anteojito" (como "Las desventuras de Larguirucho"), y, más adelante, tuvo su propia Revista. Larguirucho no solo llegó a protagonizar su propia película ("Larguirucho soldado"), sino que apareció, dada su enorme popularidad, en casi todas las otras películas de García Ferré, como un personaje secundario, pero siempre cómico. Incluso, tiene su propia escultura en el "Paseo de la Historieta", en la Ciudad de Buenos Aires (click aquí). |
En Villa Leoncia, Hijitus era vecino de otro personaje famoso, Oaky (derecha), el caprichoso, malcriado y cosentido hijo del millonario Gold Silver. Travieso, valiente, justo y decidido, aparentaba ser un bebé, ya que estaba envuelto en una especie de pañal largo y caminaba como un gusanito, pero andaba armado con dos revólveres, y siempre buscaba aventuras. En general no le gustaba su posición de hijo rico. Era amigo de Larguirucho, sobre todo porque éste tenía "calle", y aparecía en sus tiras. Su latiguillo era "Tiro, lío, cosha golda, lompo l'alma". Tenía su corazoncito, ya que estaba enamorado de "La Vecinita de enfrente", una refinada niña que vivía frente a su mansión. Por su parte, Gold Silver, el hombre más rico y poderoso de Trulalá, era una persona despistada, de buen corazón aunque algo ingenuo, a quien no se le conocía esposa ni profesión, y cedía a los caprichos de su único hijo. Ambos tenían un mayordomo llamado "Gutiérrez", quien en ocasiones actuaba como delincuente, ya que en a veces trataba de robarle la fortuna a su jefe. El capataz de la estancia de Gold Silver era "Don Tomás". |
Hijitus solía luchar contra el mal, a veces junto a Oaky, y otras veces junto a "El Comisario" que era el representante de la ley en "Trulalá". El Comisario estaba retratado como un hombre del Litoral argentino, era algo autoritario, dormía la siesta, tomaba mate amargo, y tenía una frase incofundible "marche preso, desacatáu". El asistente del Comisario era el "Cabo Lopecito". Por otra parte, otra clásica rival de Hijitus era la malvada Bruja Cachavacha (imagen de la izquierda), quien tenía su propia escoba voladora y una "telebola"; era experta en yuyos y brebajes, y vivía en las afueras de Trulalá, en su "Covacha", junto a su fiel compañero, mascota y secretario "El Búho", al que llamaba "pajarraco" (lo solía vapulear). Click aquí para ver una imagen de ambos personajes juntos. Cachavacha y el Búho (quien podía hablar) solían volar sobre la ciudad de Trulalá en una escoba, durante sus correrías maléficas, y se asociaban frecuentemente con el Profesor Neurus, siendo derrotados por Hijitus o su alter ego Súper Hijitus. Cachavacha también aparecía con su propia tira en la revista Anteojito, donde su mayor rival era el Hada Patricia. |
Hijitus alcanzó el éxito con los episodios televisivos producidos entre
1967 y 1974, debido a que a fines de los '60 no existían competidores, en cuanto a series de dibujos animados,
en la televisión argentina, para los estudios americanos y japoneses. En esa época, hasta que apareció Hijitus, los japoneses Meteoro y Astroboy, y los americanos Pato Lucas, Bugs Bunny, los Picapiedras o los Supersónicos, dominaban la pantalla chica. En varios países, solo existían alternativas en el campo de las historietas. En la Argentina, tenían gran peso, entre las historietas, Patoruzú, Isidoro o Mafalda. Fue así que, de la misma forma que los diarios publicaban tiras diarias, Manuel García Ferré creó una "tira diaria animada", Hijitus, en el año 1967. Cada día, en cinco horarios distintos, se emitía un episodio de 1 minuto, que culminaba a fin de mes. Se realizaron 52 aventuras a lo largo de 7 años. A raíz del éxito del dibujo animado, el canal 13 de TV (de Buenos Aires), puso en el aire los Domingos por la mañana "El Club de Hijitus", programa transmitido en vivo, en el cual actores disfrazados de los personajes realizaban entretenimientos con la participación del público. Otro atractivo del programa era la retransmisión de los cinco episodios emitidos durante la semana en un solo bloque de cinco minutos. Reafirmando su calidad, cada tanto se repusieron los viejos episodios por TV, transmitiendo incluso una aventura completa de media hora cada día. Hijitus pasó luego al cine, merced a la recopilación de tres capítulos de la TV (Las aventuras de Hijitus). También apareció en ropa, juguetes, discos, figuritas y festivales. Puede ver la portada de un disco (con Larguirucho, Oaky e Hijitus) haciendo click aquí. |
Hijitus
pasó desde la TV hasta los comics cuando, al poco tiempo, comienza a salir
en historietas dentro de la "Revista Antifaz". Dos años más
tarde, en 1969, estrena su propia revista, "Aventuras de Hijitus",
que se editó durante 10 años. Reapareció en pocas ediciones en 1983. En
el año 1994, regresó como invitado especial en un capítulo doble
en la "Revista Anteojito". En Marzo
de ese mismo año comenzaron las historias de 16 capítulos; la primera
de estas historias se llamó "Un extraño ladrón" (click en la
imagen de la izquierda para ver un episodio); otras tiras famosas fueron: "La
isla flotante", "Gold Silver nuclear", "Neurus héroe", etc.
Un producto muy popular fue el cacao para preparar con leche llamado "Nutri, Súper Hijitus". Además, el chocolatín Jack, traía en su interior un pequeño juguete, tomado de los personajes de la tira. Cada año se realizaba una colección nueva. Hoy en día, quienes guardaron esos muñequitos los atesoran como si fueran una obra de arte (click aquí para ver una linda colección de muñequitos). Hijitus fue recuperado por los mayores y compartido con los hijos, con un éxito tal que motivó realizar mas aventuras, ahora con color por computadora y temas mas actuales, pero con la magia de siempre porque ya Hijitus es una leyenda. |
En cuanto al famoso Anteojito (imagen de la derecha), es, quizá, el personaje más conocido de los creados por García Ferré. Era el protagonista principal de la revista homónima, como así también de la película "Mil intentos y un invento", de 1972 (click aquí para ver imagenes de la misma), siendo del mismo modo coprotagonista en la serie Hijitus, durante algunas temporadas. |
Otro personaje de García Ferré que se hizo famoso con el tiempo fue un pingüino proveniente de la Antártida llamado Petete (imagen de la izquierda), quien surgió como el hijo de dos personajes de muy breve aparición, los pingüinos Malvino y Argentina. Petete era un pequeño pingüino de color marrón claro, con la cara y el abdomen amarillos, un gorro de lana con un pompón encima, y un chupete colgando del cuello. Apareció además en la serie de cortos para TV "El Libro Gordo de Petete", que estaba relacionado con la gran enciclopedia de igual nombre. Fue muy exitoso en la década de los setenta, no sólo en Argentina, donde tuvo su origen, sino en algunos otros países de Hispanoamérica y en España, compitiendo con el mismísimo Topo Gigio. Formaba parte de la revista Anteojito, y más tarde tuvo, incluso, su enciclopedia. |
Todas las ilustraciones y personajes son propiedad de Manuel García Ferré |